El aumento y espacialidad de los oficios, fue haciendo de la estructura de la Sociedad algo más complejo, tanto en funciones como en necesidades materiales y espirituales.
A la par de esos cambios la Arquitectura se mantuvo como intérprete generando edificios supuestamente "adecuados" para cierto perfil de usuario, aunque en la realidad vemos y reflexionamos sobre proyectos de puntos distantes del Planeta con soluciones muy similares marcando una contradicción al tratar de identificar ¿a quién iba dirigido el proyecto?
En el proceso de evolución, la sociedad a través de medios como la novela o las películas imaginó sociedas futuristas con necesidades en el momento ajenas y en ciudades con edificios no acordes con lo existente en cuanto a función, forma y materiales.
La globalización, apoyada en gran medida del uso de los medios de comunicación convencional y virtual ha hecho que lo que antes era una suposición, se esté convirtiendo poco a poco en una realidad, dejando tiempo limitado a la Sociedad de analizarse a sí misma y tener que volver a "evolucionar" pero en un período más estrecho. La arquitectura tiene la misma obligación; permitiendo el contraste formal y funcional, pero evitando lo superficial, irónico y bizarro.
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