lunes, 24 de enero de 2011

tiempo para la arquitectura

por Carlos Coronel


Para el usuario, la arquitectura la vive a cada momento, tanto en los espacios abiertos, como en los cerrados, es muy limitado el porcentaje de seres humanos que puedan hoy día vivir en condiciones de salvajismo dentro de la naturaleza, esto previendo que alguien pueda o quiera afirmar que la naturaleza no es arquitectura porque no está influenciada por el hombre. Sin embargo si existieran seres que viven bajo condiciones salvajes, aun ellos, dentro de su instinto y su raciocinio adecuarían espacios para su refugio y protección de los elementos y fenómenos naturales, que de manera evolucionada llamamos arquitectura.

Cuando un espacio o elementos que forman parte de nuestras actividades diarias, y rutinas en la mayoría de los casos se vuelven obvios, perdemos la capacidad de analizar, comprender y sentir el espacio; juzgar si es confortable, adecuarlo si lo creemos conveniente o modificarlo si es obsoleto o inútil. El trabajo del arquitecto está en cuestionar y resolver dichas posibilidades antes de concretarlas en algo permanente y seguro. Pero, ¿quién garantiza que la información que emplea el arquitecto es la adecuada a su tiempo y a su lugar?, porque aunque existen formas de realizar las actividades propias del hombre que no se han modificado mucho en el transcurso del tiempo, la historia ha hecho que en momentos sean las formas de pensamiento las que modifican la arquitectura, en otras las herramientas o los materiales nuevos y viejos y en otras las condiciones socioeconómicas locales o foraneas.

Actualmente se ha construido la mayor parte de las edificaciones necesarias para las ciudades antiguas y nuevas de menos de 30 años, y aunque siguen surgiendo nuevas ciudades, la mercadotecnia y el aún permanente 'bum' por los 'starchitects' hacen que sean ejercicios pasajeros de un ego socioeconómico de una o algunas regiones.

En una Ciudad como la de México, que se encuentra entre las más grandes y pobladas del mundo, su superficie nueva construida para las diversas actividades humanas, desde la habitacional, laboral, industrial y de servicios gubernamentales y de salud no es nada comparada con la superficie existente y obsoleta. Por lo tanto podemos preguntarnos ¿hay tiempo para pensar en arquitectura?, esto no con una visión pesimista, sino un enfoque realista a lo que debe realizarse por parte del gremio establecido y el emergente, además del estudiantil, ya que aunque el talento para crear espacios es muy variado y necesario, al aterrizarlo en la demanda de espacio, da como resultado un 'espacio' de oportunidad muy reducido y muy competido.

Al igual que las bellas artes, donde la arquitectura siempre ha fluctuado su participación, creemos que es motivo o escusa para varias o desvariar sobre la 'exploración' o 'investigación' arquitectónica, dando resultados muy dificiles de criticar y valorar para que formen parte de la historia arquitectónica.

La arquitectura es un oficio que debe renovarse constantemente, pero debe aprovechar la gran variedad de formas de pensamiento y poder creativo para filtar y generar 'arquitectura' fuerte y consolidada, no simples ejercicios 'vanguardistas', 'propositivos' o 'de moda'.


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