miércoles, 12 de febrero de 2014

Mensajes fuera de (con)texto

por Carlos Coronel

Es interesante ver como las formas de comunicación por texto han dejado a un lado la comunicación voz a voz, la cual deja en evidencia las buenas o malas intenciones de los interlocutores. En el caso de la arquitectura se esta volviendo una mala práctica debido a que un ligero error en la manera de escribir, principalmente el uso de mayúsculas manda un mensaje de 'orden' y no de 'solicitud'; en décadas pasadas en donde las relaciones laborales eran más faraónicas pudo haber sido una manera natural de comunicación, pero actualmente no es posible trabajar en un ambiente 'hostil' de comunicación. 

El motivo de contratar a una empresa para que resuelva las necesidades de producto o servicio del cliente hace que más allá de lo personal, son en principio entes que deben solicitar 'algo' y recibir dicho 'algo' de la mejor manera, en el menor tiempo y con el mejor costo.

Las relaciones humanas son obvias, pero el uso del correo electrónico y los mensajes de texto, ya sea por la computadora o cualquier  dispositivo movil (tableta o teléfono inteligente) ha mal educado a las personas y por lo mismo creen que pueden comunicarse a cualquier hora, desde cualquier lugar exigiendo una respuesta casi inmediata a su 'mensaje'. Obligando a una constante distracción de la persona que recibe el mensaje y generando frustración porque sabe que debe contestar de la mejor manera y con la mejor solución para el cliente, o de lo contrario, su falta será considerada como 'grosería' y pondrá en peligro el trabajo presente o futuro.

Es necesario desligar el ambiente de 'red social' de tipo personal con la correspondiente a lo profesional, teniendo como punto medio el coworking, que aun está en desarrollo para apoyar una u otra teoría del trato entre usuarios, clientes y usuarios prestadores de servicios.

En arquitectura aun hay mucho por hacer en este tema, y espero los usuarios o clientes (como guste identificarlos) tengan un mayor nivel de entendimiento y sepan que un 'mensaje' no va a solucionar sus necesidades al instante (complejo de presionar 1000 veces el botón del elevador), y mucho menos si son hechos fuera de un horario típico laboral. Sí un profesionista quiere trabajar más horas e incluso fines de semana es tu decisión, no la del cliente, y por lo mismo, no debería creer que por eso puede enviar los mensajes a la hora 'que se le de la gana'.

Por mi parte, creo que voy a recurrir a lo básico de la comunicación y buscaré hablar con proveedores, usuarios y/o clientes personalmente o telefónicamente. Respetando sus tiempos y los míos.


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