martes, 25 de febrero de 2014

Programa Arquitectónico

por Carlos Coronel

'el fin no justifica los medios', esta impresión es la que debe prevalecer cuando un cliente nos solicita  un proyecto, dado que lo que debe buscar es tener un buen proyecto construido que habitar, y en el proceso la definición del programa arquitectónico y su evolución desde un proyecto conceptual hasta uno ejecutivo es vital.

Lo anterior parte de la constante frustración que se vive en el campo laboral al tener que 'adivinar' lo que quiere el cliente, y no solo en cuanto a gustos, necesidades o actividades, sino, a nivel de 'mejor inversión', ya que ha confundido el tener más área que ofrecer o habitar a cambio de desajustes o incomodidades espaciales y complejidad legislativa.

Un proyecto mientras sea una idea o un sueño plasmado en la mente o en un papel sin valor legal es propenso a cambios y cambios y cambios, obviamente a costa de un pago equivalente en la medida de lo posible. No siempre sucede así.

El mismo proyecto ya presentado a una autoridad que tenga voz y voto en el proceso de licitación y/u obra obviamente debe cumplir al 100% con todo lo establecido en las leyes y reglamentos aplicables en la región donde se pretende realizar y al mismo tiempo cumplir con un precepto moral y ético que aunque no esté escrito puede resultar obvio o intuitivo.

Es importante conocer todos los aspectos del proyecto y más aun conocer las intenciones del cliente, ya que el fin no debe justificar los medios, ya que pueden incurrir en una falta leve o grave a nivel legal o penal y al mismo tiempo pueden tener un costo o desgaste de horas hombre que aunque llegara el caso de pagarse no es bueno en un proceso arquitectónico de un determinado nivel de calidad.


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